PASTORES PROBADOS Y APROBADOS

01.09.2013 08:18

Tienes llamado al ministerio? Eres cristiano?

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Fue enviado el pastor Jorge a una alejada región del  departamento de Intibucá a varias horas de la capital “La Esperanza”, en Honduras, a continuar la labor iniciada por un grupo de misioneros que lograron  establecer un grupo  de creyentes que ameritaba ser pastoreada; le sorprendió  la manera cordial y muy amigable con la que fue recibido por un representante del grupo de pastores de la región denominado “unión pastoral”; Jorge había escuchado con anterioridad  de la gran confraternidad que existía entre estos  pastores, los cuales se apoyaban como si pertenecieran a una misma denominación, pero no pensó que fuera tan real.

Son uds. muy unidos - pregunto  Jorge - 

Si somos muy unidos y nos ayudamos en todo, pero no siempre fue de esa manera –respondió el pastor -  le contare lo que sucedió y la situación que provocó que  ahora seamos así.  

Hace ya 7 años sentimos la necesidad de unirnos los 5 pastores que teníamos a cargo un iglesia en esta región para poder sortear unidos las dificultades y el rechazo del evangelio que se sentía en esa época; con dicha unión se realizaron  actos unidos de evangelismo con muy buen resultado, nuestras congregaciones comenzaron a crecer en número y el respeto como iglesias evangélicas se  sintió ya que nos veían como una sola. 

Paralelo al crecimiento de las congregaciones, la situación económica y de vida de las familias pastorales mejoró sustancialmente, algunos pastores quisieron invertir en negocios, como librerías y papelerías, estos negocios funcionaron  y  les daba a los pastores un ingreso adicional, pero no así al pastor Esteban, el cual quiso dar una mejor estructura a su negocio y calculo mal su inversión.

Mientras los demás pastores prosperaban, Esteban se estancaba hasta tal punto que empezó a afectar también económicamente a la congregación que pastoreaba.

Nosotros al principio le ayudamos con algún dinero  que recogíamos y algo de mercados que traía la iglesia, con la esperanza de que se recuperara. El pastor Esteban en su afán de recuperar lo invertido y  su posición de pastor prospero volvió a invertir, pero su imagen como comerciante se había deteriorado y su inversión se perdió, sus acreedores se multiplicaron al igual que los comentarios de la gente, este bajón económico y de imagen le afectó emocionalmente y sus estados depresivos fueron más continuos.

Nosotros empezamos a cuestionar esa situación  tan prolongada y nos atrevimos a dictaminar que la causa de esa desgracia no era más que pecado. Y de grupo de ayuda pasamos a ser uno de juzgamiento hasta tal punto que se decidió informar a su denominación  del estado “Espiritual  lamentable”, esto solo agravó la posición del pastor Esteban, al cual relevaron del cargo.

Esteban sumido en la tristeza, desolación  se marchó al campo y allí consiguió trabajo como obrero, mientras su esposa e hijos se asilaban donde un familiar en  la ciudad de Tegucigalpa.

Quedamos con un aire de “satisfacción” al haber realizado un acto en pro del buen nombre del evangelio y de la iglesia.

Nuestras vidas ministeriales continuaron normalmente, incluso nos beneficiamos porque los miembros que tenía a cargo el pastor Esteban, pasaron engrosar las nuestras.

Nunca volvimos a saber del aquel pastor “caído” tan solo que era obrero más del campo.

Después de algo más de un año comenzamos a percibir un ambiente pesado en nuestras actividades conjuntas e individuales de las 4 iglesias que habíamos quedado; poco a poco todo lo que efectuábamos en pro del evangelio salía mal, nuestras economías tanto de la iglesia como las del hogar se vieron muy disminuidas ya que aportamos más dinero en evangelismo unido tratando de nivelar lo que éramos.

Invitamos a un evangelista-profeta para que nos ministrará en un último esfuerzo por recuperarnos, fue un acto evangelistico por lo alto, sobre todo en los costos; los pastores tuvimos un tiempo especial con el evangelista, donde después de orar recibimos una palabra que apretaría nuestros corazones:

Expresó el evangelista. -”Antes clamaron su corazones la intención de servirme – dice El Señor -  ahora claman sus voces la intención de servirme.

Les di la oportunidad de servirme con mi siervo, y envés de ayudar, apoyar y levantar, juzgaron, apartaron y dañaron, recuerden: “De cierto os digo que en cuanto no lo hicisteis a uno de estos más pequeños, tampoco a mí lo hicisteis”

Muestro  desconcierto se convirtió en dolor y desesperación; tomamos la determinación de buscar a Esteban a donde estaba supuestamente trabajando para pedirle perdón, lo buscamos hasta que nos dieron razón de la vereda donde se encontraba. 

Nos fuimos y después de 4 horas de camino a pie lo hayamos pero no trabajando como obrero como pensábamos sino lo hayamos con un grupo de personas enseñando el evangelio.  

No todos nos pudimos recuperar, de los cinco pastores que iniciamos, solo 3 continuamos actualmente en el ministerio.    

Hoy el pastor Esteban está a cargo de la iglesia más fructífera de la región y nuestra “unión pastoral” cuenta con 6 pastores en total y ud. serian 7.

No siempre fuimos unidos, nos costó dolor serlo.  Qué fácil es juzgar y señalar  a una persona sobre todo en cosas espirituales.

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